Mismaloya, situado en Puerto Vallarta, en la costa del Pacífico mexicano, cuenta con impresionantes cascadas que cautivan a los visitantes por su belleza natural y su tranquilidad. La región es famosa por sus exuberantes paisajes y sus impresionantes cascadas, que atraen a entusiastas de la naturaleza y aventureros por igual.
Una de las cascadas más famosas de Mismaloya es la de "El Edén", que adquirió fama internacional tras aparecer en la película "Depredador". Es un espectáculo majestuoso, rodeado de denso follaje selvático y al que se accede por rutas de senderismo que ofrecen una experiencia inmersiva en las maravillas naturales de la región.
Sin embargo, más allá del Edén, montaña adentro, se encuentran 5 cascadas más, cada una más impresionante que la otra.
En esta ocasión fui con el equipo de SENDERISMO DE LA BAHIA quienes organizan este tipo de rutas para que aventureros como nosotros podamos conocer estas maravillas de manera segura, ya que la visita a estas cascadas suele implicar una larga caminata a través de palmares y bosques tropicales, lo que añade un elemento de aventura a esta experiencia pero con esta ruta solo visitamos las primeras 3 cascadas.
La caminata comienza a partir del restaurante "El Edén" después de aproximadamente 50 minutos, se llega al primer mirador desde donde se puede admirar la majestuosa Bahia de Banderas, la sierra de vallejo, la ciudad de Puerto Vallarta e incluso el poblado de Mismaloya.
A medida que se recorren los senderos, se encuentra flora y fauna exóticas, que ofrecen una visión de la rica biodiversidad de la zona. El sonido de las diversas aves de la región se puede escuchar desde el inicio de la ruta y te acompaña durante casi todo el camino.
Después la caminata sigue por al menos 2 horas, atravesando 4 pequeños cerros y una vez que se tienen las cascadas a la vista comienza un descenso de otros 40 minutos para finalizar con un ascenso de 20 minutos aprox. hasta la primera cascada para de ahí escalar el tramo más complicado de la ruta con la ayuda de cuerdas que se encuentran ahí amarradas.
El camino no es todo fácil pero definitivamente vale la pena, al acercarse a las cascadas el espectaculo es único, desde el sonido del agua, la brisa que te refresca desdepués de una larga caminata, pero sobretodo ver el espectaculo del agua caer mientras descansas en el mirador natural que se encuentra enfrente de la cascada.
Los visitantes pueden darse un refrescante chapuzón en las frías y rejuvenecedoras aguas o simplemente disfrutar de la serenidad del entorno. El ambiente es sereno y ofrece una escapada perfecta del ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana.
A nosotros durante el regreso nos toco apreciar la hora dorada seguido de una hermosa puesta de sol mientras descendiamos entre las nubes. También nos toco descender un tramo de noche y con eso cerramos con broche de oro nuestro día lleno de aventuras.
Ya sea que busques aventura, tranquilidad o una conexión más profunda con la naturaleza, las cascadas de Mismaloya, México, ofrecen una experiencia inolvidable.
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